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En Memoria de la Profesora de Arqueología Marisol Cortes-Rincon

Traducido por Isaac Weadon

La profesora de arqueología Marisol Cortes-Rincon fue galardonada con el título de Profesora Emérita el 1 de octubre, un honor que raramente se otorga póstumamente. Recibir este galardón refleja sus contribuciones sobresalientes a la universidad y a los estudiantes. Cortes-Rincon falleció a finales de mayo. Estudiantes, personal y facultad recibieron un correo electrónico sobre su muerte el 28 de mayo. 

El título de emérito es un honor que se da a profesores cuando se jubilan, pero el arduo trabajo y dedicación de Cortes-Rincon cumplieron con los estándares, a pesar de que no llegó a jubilarse, explicó Marissa Ramsier, actual jefa del Departamento de Antropología.

Cortes-Rincon fue un miembro del departamento de antropología de Cal Poly Humboldt desde 2010 hasta 2024, dedicando 14 años a dirigir el programa de Arqueología de Humboldt.

Cortés-Rincón fue estudiante de primera generación. Ella y su familia se mudaron a Estados Unidos desde Colombia durante su adolescencia. Se unió a la facultad de Antropología de Humboldt tras completar su doctorado en Antropología, con concentración en Arqueología y Sistemas de Información Geográfica, en la Universidad de Texas, Austin. Obtuvo una maestría en Antropología con concentración en Antropología Médica y una licenciatura en Clásicos con subespecialidades en Arqueología y Derecho Prejurídico, en la Universidad Estatal de Montclair. 

Ramsier y Barbara Klessig, co-directora del departamento, expresaron que la profesora Cortés-Rincón fue una parte central del departamento de antropología.

“La profesora Cortés-Rincón desempeñó muchos roles en el departamento, incluyendo: profesora, directora de laboratorio, directora del programa de campo, directora/co-directora del Centro de Recursos Culturales, , jefa del departamento, asesora y mentora tanto de estudiantes como de otros profesores”, dijeron Ramsier y Klessig en un correo electrónico. “Marisol lideraba con el ejemplo. Creía en sus estudiantes y en que todos podían lograrlo. Exigía altos estándares a todos y los animaba a dar lo mejor de sí mismos, a entregarse por completo, porque eso es lo que ella hacía”.

Colegas y estudiantes describieron a Cortes-Rincon como valiente, resiliente, fuerte, brillante, inspiradora, generosa y ching**a. “¡Creemos que a Marisol le hubiera parecido gracioso que tuviéramos que censurar una palabra usada para describirla!”, dijeron Ramsier y Klessig.

El exalumno Daniel Busch expresó lo importante que fue el apoyo de  la profesora Cortes-Rincon para él. 

“Ella me enseñó cómo ser arqueólogo y me inspiró a buscar un grado más alto en mi campo”, dijo Busch. “Era una profesora increíble y realmente se preocupaba por sus estudiantes”. 

En un boletín de estudios de posgrado del otoño de 2017, se realizó una entrevista a Cortes-Rincon en la que habló de su vida académica, su amor por el crossfit para mantenerse en forma para hacer senderismo en las selvas de Belice y sus perros.

“Pasábamos todo el día caminando por la selva, millas y millas a través de vegetación densa, cruzando ríos y terminando con una larga y desafiante subida. Después de todo eso, ella volvía al campamento y hacía un entrenamiento de crossfit. Aún más increíble, en su última temporada hizo todo esto mientras también recibía quimioterapia. Siempre buscaba enfrentar mayores desafíos y lo hacía con una sonrisa y, a menudo, con una carcajada”, dijo Cady Rutherford, exalumna que trabajó con Cortes-Rincon en Belice.

La memoria más impactante de Rincon, el esposo de Cortes-Ricon, sobre ella es que tan comprometida fue. 

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