Soy Artista: Indigenización espacios a través del arte
traducido por Sandy Ceja
Con largas plumas negras y plateadas saltando de la pared, el mural de Alme Allen titulado “We Been Healing That Way”, muestra la cultura Karuk y Yurok de una manera que pretende educar a otros y honrar a su comunidad. A través de su lente aplica la cultura en cada pieza. Allen es capaz de mostrar su cultura Indígena e iniciar conversaciones en espacios que típicamente no hablan sobre temas de reconocimientos de tierras y sanación de la tierra.
El mural “We Been Healing That Way” se pintó como tributo al activista de Karuk Brian D. Tripp, tomando elementos y elecciones estilísticas de cuatro de sus obras de arte originales. El diseño final del mural fue aprobado por Tripp antes de su fallecimiento.
“La conexión entre mí y Brian tiene mucho que ver con nuestra cultura y nuestra comunidad, por lo que es más profundo que solo el arte,” dijo Allen. “El arte es lo que ves, pero para nosotros, como pueblos nativos es la cultura y nos asegurarnos de que esté seguro y se enseñe y se vuelva a enseñar una y otra vez es importante.”
El mural está pintado con una figura rockpacker, tradicional de la danza White Deerskin, que sostiene una hoja de obsidiana ceremonial. En el fondo hay una montaña, que representa el centro del mundo para la cultura Karuk. Toda la composición del rockpacker en el mural apunta al sur hacia la tierra Wiyot como un reconocimiento de la tierra.
“Tenía mi propia interpretación de lo que quería hacer y me alegró mucho que eligiera el negro y el plateado, que en realidad era un tributo a esa época de mediados de los 80, cuando usó muchos contrastes marcados: negro, blanco, negro, plata ,”dijo Allen.
“We Been Healing That Way” es el segundo mural colaborativo de Tripp-Allen, el primero es “The Sun Set Twice on the People That Day”, que se cuelga fuera del Museo Clarke en Eureka. Este proyecto fue el primer gran trabajo de Allen con Tripp en 2000. 21 años después, Allen y los familiares directos de Tripp trabajaron juntos para reinstalar “The Sun Set Twice on the People That Day”.
“Lo hace intergeneracional,” dijo Allen. “En muchas de las formas en que esta forma de arte me llegó, ahora se la pasó a mi hija, mi sobrina, mi sobrino, las personas que trabajan con nosotros.”
Allen también ha integrado su ojo artístico con sus habilidades artesanales a través del tallado en secoya. Desde su infancia, siempre ha visto a su padre y a su tío tallar sillas de madera de secoya. El arte siempre ha estado a su alrededor.
“Mi padre y mis tíos eran estos indios leñadores de la época, en los años 70, y tenían estos toscos tallados con la motosierra tirados por el patio y eran como muebles de jardín Indígenas,” dijo Allen.
En el 2000, tuvo su propia oportunidad de tallar una silla de secoya que vio en su infancia. Más tarde, en 2017, pudo moldear sus tallas de sillas y convertirlas en réplicas de concreto para la tribu Yurok en Klamath Blvd. Proyecto, financiado por el Fondo Nacional de las Artes. Sus réplicas talladas en concreto están ahora en exhibición en la Academia de Ciencias de San Francisco.
Al crecer en espacios artísticos, la pasión por el arte de Allen comenzó a principios de su juventud. Ahora, puede transmitir su legado a la siguiente generación colaborando con su hija, sobrinas, sobrinos y otros grupos juveniles, de manera similar a como Tripp lo guio. Sigue manteniendo vivos los recuerdos y la cultura a través de sus talentos artísticos.
Manténgase al día con Allen y sus últimos proyectos siguiéndolo en Instagram @upriverallen.