Cancelación de graduación afecta más que estudiantes
Traducido por Silvia Alfonso
“Te dije ma que con todo lo que está pasando en nuestro mundo, mi graduación eventualmente iba ser cancelado,” le digo a mi mama mientras mi voz empieza a resquebrajarse por las lágrimas que estoy conteniendo.
“Oh noooooo! Lo siento mucho mija,” dice mi mama. “Llora si necesitas, por favor, hazlo,” me dice.
“Yo sé lo importante que esto era para ti, yo sé lo duro que has trabajado para llegar aquí, pero necesito que entiendas que al final del día has obtenido ese título ya sea que puedas caminar por el escenario o no y que la cosa más importante es mantenerse fuerte y entender que tus sentimientos son válidos,” ella me recuerda con lágrimas comenzando a caer de sus cachetes pecosas.
“La realidad desafortunadamente es que mucha gente como yo, que vienen de familias con un pasado difícil… no van a poder vivir y compartir este momento en el que han trabajado tanto, por la pandemia que estamos experimentando.”
Tanto como quería colapsar y llorar, no podía. Me adormecí, fue un sentimiento sin descripción. Nada me rompió el corazón más que ver a mi madre llorar mientras intentaba sostenerme.
Yo sabía que tenía razón con todo lo que dijo. Esto era mi tragedia realista. A medida que la crisis de COVID-19 si hizo peor y el distanciamiento social se hizo más realidad, sabía que esto estaba por llegar. Estaba preparada para enfrentarlo? No. No creo que nadie puede ser.
Entiendo que es lo mejor y para la seguridad de nuestra gente, solo deseo que esto no fuera la realidad en la que todos estábamos viviendo.
En ser una estudiante de primera generación y la primera en ir a la universidad, no me voy a sentar aquí y decir que mi experiencia universitaria era fácil, porque no era. En realidad, ha sido difícil. Ha sacado a la luz algunos de mis peores pero también mejores manierismos y características. Ha probado mi habilidad y paciencia.
Más importante aún, es que me a convertido en una mujer fuerte, apasionada e independiente. Y a pesar que muchos me han dicho “solo retirate del año escolar y termina cuando puedes caminar el escenario para graduarte,” no creo que eso es el problema aquí.
El problema es más profundo que eso. La realidad desafortunadamente es que mucha gente como yo, que vienen de familias con un pasado difícil, ya sea siendo de primera generación, una minoría, de bajos ingresos, etc., no van a poder vivir y compartir este momento en el que han trabajado tanto, por la pandemia que estamos experimentando.
Incluso con tantas luchas, en un parpadeo, la pandemia nos quitó algo que tenía tanto significado.
La única razón por la que he llegado hasta aquí fue por la ayuda y el apoyo incondicional de mis padres. Mis padres no vinieron para este país para traer drogas o crimen como le gusta decir a nuestro presidente. Y por seguro no son violadores tampoco. Mis padres vinieron a este país sin nada, pero nos dieron todo. Mis padres migrantes cruzaron la frontera después de varios días en el sol con muy poca agua, con la esperanza de encontrar una vida mejor y futuro para sus dos hijas. Las dos hijas que debían ver cruzar ese escenario el 16 de mayo.
Entonces, con eso, quiero terminar con reconociendo a cualquiera que se sienta herido o incluso decepcionado por la cancelación del evento de graduación debido a la pandemia. No estás solo. Tus sentimientos son válidos, sus sacrificios y trabajo no están definidos por sí una ceremonia de graduación ocurre o no. Su título es suyo porque se lo ha ganado. Yo también te siento en esto. #permanecefuerte.